Los terapeutas alientan a que los niños usen superficies verticales porque aportan a diferentes aspectos de su desarrollo, los cuales hemos resumido abajo.
1) Desarrollo de estabilidad y fuerza del hombro y codo
2) Construye la coordinación bilateral
3) Mejora la extensión de la muñeca y la estabilización de la mano
4) Mejora la atención visual y la coordinación mano/ojo
5) Avanza la conciencia espacial
6) Desarrolla la fuerza central y la postura